miércoles, 11 de marzo de 2009

El Sortilegio del Valle

Entonces baje de madrugada del avión, senti un vacio, estaba mas fragil, liviano. Revise mis bolsillos en busca de los documentos, el celular, me palpe detras para comprobar por enesima vez que la mochila seguia colgada. Se acerco un empleado de la aerolinea que noto mi angustia. -Perdiste el equipaje? Queres hacer el reclamo? Te traigo una planilla para que llenes. Mi mirada seguia perdida, le negue con la cabeza. No me faltaba nada, pero ahi mismo recorde que cierto cantante o escritor (Me atreveria a arriesgar que Serrat) decia que en cada viaje de retorno, el alma llega una semana tarde. Desde El Dorado solo habian transportado un cuerpo adherido a sus pertenencias, a sus logicas de espacio, peso, tiempo. Y esas prestaciones del alma: las sensaciones de la ausencia, las tristezas de la despedida, la mueca en los labios que prefiguran los recuerdos, aquellos abrazos que acaban en la espalda pero estremecen todo el cuerpo, las amistades fugaces o duraderas, los encuentros de "hablar mierda" o hablar serio, todo se me ha quedado por allá, sin que ninguna hoja de reclamos pueda hacer nada para devolverlo. Y cuando regrese, es probable que no venga completa, que posea una mayor idiosincracia, una mayor rebeldia con respecto al cuerpo que la contiene, y que en su afan por verse entera, empiece la lucha por unirse a esos trozos esparcidos por el valle de Aburrá.


Valle del Aburrá (Antioquia, Colombia)

1 comentario:

Anónimo dijo...

El valle del aburrá, un sitio que se roba el alma.... un sitio donde "hablar mierda" puede ser algo bastante noble por la valoración de la amistad.

Que bueno que estuviste por acá... espero que haya sido agradable