lunes, 15 de noviembre de 2010

Con lo justo

Jorge suspiro dando cierre a su palabrerio, se levantó del divan, aún cuando ella no habia insinuado siquiera el fin. Carraspeó con la intención de marcar un corte entre lo dicho en su terapia y los aspectos admisnistrativos. Entonces acotó:
-Doctora, el problema es que no tengo cambio. - Y le estiro un billete de cien pesos.
Ella permaneció callada, como hacia casi siempre en las sesiones, aunque esta vez pensó que sería apropiado aclararle que no era doctora, sino licenciada, y que el precio de cien pesos ya habia sido pactado en la primer entrevista, por lo que no era necesario el comentario de él. Pero siguió en silencio, mas bien porque creía que habia, en eso que habia oído, cierta resistencia al analisis.
¿Cuanto era el costo que él esta dispuesto a pagar para llegar a lo profundo de su alma?. Lo dejaría para trabajar en la próxima sesión.

A la próxima semana Jorge no apareció, ni a las que siguieron, que tan solo sirvieron para que la licenciada se percatará de su malentendido, o de sus propias resistencias a reconocer lo evidente.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Garantías

Yo sigo empeñado, sin saber en que préstamo quede, como seguro de pago. Espero que pasen a retirarme pronto. Sino me tendré que marchar solo.
Sin comprobantes del asunto, perderé a quien debia buscarme.
Ya nada te garantizará, tendrá que volver al mundo de los alguien, cuyas existencias son solo continuidad o devenir. Cuando te percates de la prenda que perdiste, no habra más juego, ni reglas, ni jugadores para los cuales pagarla.
Yo cargaré con la incertidumbre de no haberte conocido. Pero mi empeño en valer, aunque el monto sea tan poco, me dará un nombre, una función, una identidad.
Caminarás por las calle con los ojos vueltos hacia abajo, avergonzado de ver a los que pueden nombrarse, por no haber dejado en garantía a otro, o quizas porque han llegado a tiempo para saldar su deuda y reclamar su devolución.

martes, 9 de noviembre de 2010

Quien te entiende

Cuando nos encontramos creí, y creí que vos creías tambien, que era el momento justo. Cuando nos perdimos creí, y creí que vos ya creías tan poco, que era un espamento injusto.
Volviste a arrojarme tu lenguaje encriptado y telegráfico.
Mis ojos se humedecieron, mi respiración se hizo entrecortada, mi pecho se contrajo. Vos me miraste con tus ojos secos, en contraste, y dijiste: -No sollozos, vos Eh?! te fuíste. Yo, aliviado de tu ser, me quedé, a cambio, con una culpa terrible. Mas terrible aún, porque no sabia su orígen, aunque creía que algo tenía que ver con esa última frase que te escuche decir..

lunes, 25 de octubre de 2010

Anomia

Te nombraba un par de estrellas, te mostraba mi astronomía. Te llevaba a unas funciones gratis, te ocultaba mi economía. Te cocinaba algunos platos, aplicaba mi gastronomía. Te abrazaba en mi sueño, para que vieras como dormía.
Hasta que tu sensibilidad periódica y mi nerviosismo esporádico, se encontraron esa mañana. Intenté hablar mientras desnudaba tu anatomía , en mi tartamudeo logre decirte: -Mía, mía, mía.
Tus ojos se llenaron de furia, me hiciste un gesto odioso que jamas te habia visto, fuiste al cuarto, recogiste unas pocas cosas que tenías, y saliste golpeando la puerta, no sin antes decir: -No soy ningun objeto, nunca fui tuya ni lo seré, imbecil!. Cuando pude completar la frase el taxi ya doblaba la esquina: -Mía... mi amor.

viernes, 15 de enero de 2010

Viento fuerte

No es lo que prometiste, sigo en la espera. Si aparecés te reviento
No estoy en tu agenda, o se te mezclaron los días. Te reviento
Punto de encuentro, punto de encuentro, me decías. Te reviento
sabés inflar de ilusiones la ausencia sin preaviso. Te reviento
No me falles, decís, como tarjeta de cumpleaños de niños. Te reviento
La esquina cada vez mas fría, la luz, mas tenue. Te reviento
Una inclemencia ,contingencia, diligencia, vas a justificar. Te reviento
Tu silueta se acerca por detrás, me cubrís los ojos. Te reinvento